Si tienes la suerte (o desgracia si no te hace mucha ilusión) de presentar delante de una gran audiencia, lo más probable es que te toque usar un micrófono. Hay diferentes tipos y, aunque es difícil que te dejen elegir cuál usar porque ya tendrán su sistema de sonido organizado, es importante que los conozcas de cara a sacar partido a sus ventajas y, sobre todo, para que estés preparado para sus inconvenientes.
Así que vamos a averiguar qué tipo de micrófono es mejor para hablar en público y cuál es la forma correcta de usar cada uno.
1. Micrófono Fijo para Charlas
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Es un micrófono que no puedes mover y que, por lo general, está anclado a un atril. ¿Cosas buenas que tiene? Que te pone en el centro del escenario. Bueno, o no, porque te puedes encontrar perfectamente atriles que estén en una esquina para que la pantalla quede centrada y tú “no molestes”.
¿Alguna cosa positiva más? No, la verdad es que no. Todo lo demás va a dificultar tu exposición.
Primero de todo, estás obligado a permanecer en un lugar estático durante toda tu presentación. Que si eres novato y tienes mucho miedo te puede parecer una idea maravillosa, pero realmente que no te muevas va a restar dinamismo a la charla.
Además, suelen ser atriles altos que te van a tapar a la altura de tus codos o incluso más. Esto es algo que tienes que tener en cuenta de cara a planificar tus movimientos. Tienes que ver a qué altura te queda el atril, es posible que depende del caso, sea conveniente que subas ligeramente tus brazos para poder maximizar que se vean tus manos. ¡Ojo! Ligeramente. Tampoco vayas a parecer de repente un T-Rex.
Por otra parte, también tienes que tener en cuenta el sonido. El micrófono está fijo, por lo que, si mueves la cabeza para los lados, dejarás de emitir tu voz directamente al micro y se te escuchará más bajo o, directamente no se te escuchará.
¿Cómo Hablar en Público con un Micrófono Fijado a un Atril?
Lo ideal es que antes de que el público haya entrado en el auditorio tú ya estés ahí para saber qué tipo de equipo de sonido hay. Y si resulta que es un atril, no tengas miedo en darte un paseo por ahí, ver a qué altura te queda y cómo es el micrófono que está acoplado. En general encontrarás un tubo delgadito y bastante maleable, pero puede que sea un micrófono dinámico (más abajo te cuento lo que son) sujetado al atril por un soporte.
Si no has podido ir antes y estás ya entrando al escenario con el público expectante, no te asustes. Camina decidido hacia el atril, despacio para que puedas investigarlo mientras te acercas. Cuando hayas subido al atril, tómate unos segundos para mover el micro. Moldéalo a tu gusto y altura. Que quede delante de tu boca, un poco por debajo de la barbilla. Aprovecha también este momento para fijarte en la altura del atril y ver hasta dónde te tapa, así podrás ajustar tus movimientos.
Y cuando ya estés en plena presentación, para evitar que pierdas el sonido al moverte, cuando vayas a girarte, por ejemplo, a tu derecha para mencionar algo que aparece en pantalla, asegúrate de que todo tu cuerpo está ligeramente a la izquierda del micrófono. Así, cuando tu cabeza se mueva a la derecha, el micrófono seguirá quedando centrado con tu flujo de voz.
2. Micrófono Dinámico para Presentaciones (el de los Cantantes)
Si has ido alguna vez a un karaoke ya has tocado este tipo de micrófono. Si no, lo has visto en tus cantantes favoritos. Se trata de una cápsula redonda con un mango. La verdad es que es una mejora muy grande para tu charla frente al micrófono fijo.

Elementos positivos a mencionar: Ahora te puedes mover por el escenario sin problema y además, el público a ser capaz de ver tu cuerpo y tus expresiones.
Ahora bien, cuestiones a tener en consideración:
Es poco probable, pero ten en cuenta que quizá te encuentres con un micrófono que lleva cable. No te preocupes, no cambia tu forma de presentar y puedes seguir moviéndote. Sólo ten cuidado de no tropezarte y de que no se enrede o se hagan nudos. Para esto, no te muevas de manera caótica sobre el escenario.
También tienes que tener cuidado por dónde coges el micrófono. ¿Cuál es la manera correcta de agarrar el micrófono? Tiene un mango, utilízalo. No caigas en la tentación de creerte una estrella del rock y agarres el micro por la cápsula. Esto puede afectar a la calidad del sonido. Así que, vale, créetelo, vívelo, pero ten cuidado con los detalles.
Te puedes mover, con un pero. La mano que agarra el micrófono no se mueve mucho. Ensaya en casa para adaptarte a los nuevos patrones de movimiento y que te salgan con naturalidad.
Tú sujetas el micrófono, así que tú tienes que tener cuidado de que esté en la posición adecuada. Si lo pones muy abajo, perderás el sonido, si te lo pegas demasiado lo puedes saturar. Además, si lo tienen muy pegado e inclinado hacia arriba, te tapas la cara, y es un elemento demasiado importante en la comunicación como para perderlo.
Y al igual que nos pasaba con el micro fijo, tienes que tener cuidado cuando mueves la cabeza hacia los lados. El micrófono siempre tiene que estar orientado a tu boca. Si lo dejas estático y comienzas a ladear la cabeza, perderás el sonido.
¿Cuál es la Forma Correcta de Usar un Micrófono Dinámico?
Es muy habitual que cuando a un ponente le dan el micrófono, comience a dar golpecitos o a preguntar abiertamente si se le escucha. Aunque lo vas a ver mucho, no es una buena práctica. Pierdes toda la magia del primer momento, ese impacto que habías calculado con tu gran entrada se desvanece.
Así que cuando te den el micrófono, mantén la calma, dale la vuelta ligeramente y mira si está encendido. Es una pestañita en ON o en OFF que encontrarás en la base de abajo del micrófono. Además, es un gesto que a ojos externos queda muy profesional porque parece que lo tienes todo bajo control.
Una vez que sepas que está encendido y que estés bien posicionado en el centro del escenario, asegúrate de que tienes el micro agarrado por el mango, ajusta el codo a la altura correcta y comienza a hablar con seguridad. El micro ha de estar siempre delante de la boca para que le llegue el flujo de voz, si te lo pegas demasiado al pecho no le llegará el sonido. Lo mismo con la altura, un poco por debajo de la barbilla. No lo pongas casi a la altura del ombligo, porque no se te va a oír. Y a partir de ahí, que el micrófono se mueva siempre en bloque con tu cabeza.
3. Micrófono de Solapa para Exposiciones
Éste es muy cómodo. Es un micro pequeño que te enganchan en la solapa o el pecho. Puede ser con cable, entonces te darán una petaca para ponerte en le parte trasera de la cintura. O puede ser inalámbrico y o bien te ponen una petaca o gestiona el equipo de sonido dónde quieran ellos la conexión del receptor.
Casi todo lo que te puedo contar sobre este micrófono es bueno. Te puedes mover libremente por todo el escenario, el público te ve de cuerpo entero, mueves ambas manos, nada te tapa la cara y el micrófono está siempre a la misma altura, así que no te tienes que preocupar de los vaivenes de sonido.
Dos cositas únicamente para que tengas en cuenta:
Cuando muevas la cabeza de lado a lado, siempre mejor si lo acompañas también del movimiento del torso. Si no mueves la cabeza de manera muy extrema o brusca no se debería perder el sonido, pero por si acaso.
Cuidado con cualquier objeto que tengas a esa altura. Esto incluye, por ejemplo, collares que sean muy grandes y pueda golpear el micro sin querer cuando te muevas. Lo mismo si llevas hojas en la mano y las acercas mucho al pecho o si haces algún gesto en el que te toques o golpees esa zona.
Todo ello generará ruido y distorsión en el sonido que impedirá que tu audiencia te entienda correctamente.
¿Cómo Usar el Micrófono al Hablar en Público?
El micrófono de solapa te lo van a colocar. Habrá un técnico de sonido que lo ajuste a la altura correcta y te ponga la petaca en su sitio. ¿Fácil, no? No tienes que hacer nada. Eso sí, recuerda que desde el momento en que te lo colocan, llevas un micro y que tú no controlas si está encendido. Puede que te estén preparando antes de que termine el ponente anterior, así que ten cuidado con los comentarios que vas a decir.
Si son profesionales, lo más seguro es que esté silenciado hasta el momento exacto en el que vayas a salir, pero como es algo que tú no controlas y que despistes pueden tener hasta las personas más diligentes, considera que lo tienes encendido desde que te lo ponen hasta que te lo quitan.
4. Micrófono de Diadema para Conferencias
Este micrófono se lo habrás visto a grandes conferenciantes y a muchos presentadores de televisión, especialmente cuando hablan de pie. Poca cosa mala te puedo decir al respecto.
Tiene todo lo bueno del micrófono de solapa con el añadido de que siempre se mueve allá donde vaya tu cabeza.
Ten también en cuenta que vas a tener en todo momento el micrófono pegado a la boca, así que pon especial cuidado a cualquier ruidito o carraspeo que hagas porque se va a escuchar sí o sí, y no es agradable para la audiencia. Lo mismo si tienes que toser o estornudar. Tapa el micrófono con la mano.
¿Cómo Usar un Micrófono de Conferencia?
Es muy parecido al micrófono de solapa. Alguien te lo va a colocar, así que ten en cuenta todo lo que hemos comentado previamente. Además, antes de salir al escenario, asegúrate de que lo llevas de manera cómoda. Es como las gafas, por mucho que alguien te las ponga, luego tú siempre ajustas ligeramente las patillas para acomodarlas a ti. Pues con este micrófono, lo mismo. Va a ir sobre una de tus orejas y después tendrás un alambre pasando o por tu nuca o por tu cabeza para sujetarlo todo bien.
Puede ser una sensación extraña al principio, sobre todo si no estás acostumbrado a llevar nada (gafas por ejemplo), pero una cosa es que sea raro y otra que se te esté medio cayendo por tenerlo mal colocado. Mueve un poco la cabeza para diferentes lados para ver que el micrófono te acompaña de manera correcta en todos tus movimientos.
