La verdad es que me encantaría poder decirte que esta pregunta es absurda y que puedes llevar la ropa que te venga en gana a cualquier acto en el que tengas que hablar en público. Y hasta cierto punto sí que eres libre de tu elección, pero tienes que estar preparado para asumir las consecuencias.
Cómo vestirse para una Exposición
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El principal problema al que te tienes que enfrentar se llama Primera Impresión, esa opinión prematura que la gente se forma de cada uno de nosotros antes siquiera de abrir la boca. ¿Y esto qué implica? Que si no hemos dicho ni una palabra, lo único por lo que se formarán esa impresión, queramos o no, es por nuestra apariencia.
Por lo tanto, si decides por ejemplo que quieres realizar tu presentación en chándal corto y camiseta de tirantes porque te resulta cómodo, la primera impresión que proyectarás sobre tu público será informal, despreocupado…quizá en exceso, lo que les llevará a pensar que quizá no te estás tomando esa charla todo lo enserio que deberías y por lo tanto que no eres el profesional que están esperando escuchar. Todo ello en un segundo y sin que tú hagas nada, sólo por haber seleccionado unas prendas y no otras.
Esa primera impresión negativa o decepcionante, va a crear una barrera entre tu público y tú que tendrán que ir derribando a medida que hablas y se dan cuenta que sí eres un profesional y que sabes lo que dices.
El problema es que tirar ese muro lleva tiempo y si estás en un discurso de una hora, quizá te puedas permitir que los primeros minutos tu audiencia no te atienda del todo porque está inmersa en cambiar su opinión sobre ti. Pero como tu charla sea corta, no te lo puedes permitir porque el que no entre en tu discurso ya estará perdido durante toda la charla.
¿Todo esto a qué nos lleva? A intentar proyectar con nuestra imagen algo positivo en el público desde el principio, para que no tengan que perder el tiempo pensando en temas que nada tienen que ver con tu ponencia. Por lo tanto, aquí te presento algunas directrices a tener en cuenta a la hora de elegir tu vestuario.
Cómo vestir en una Charla en Público – Consejos
➊ No es una boda, ni una quedada de colegas, ni una noche de discoteca.
Ten en cuenta para poder decidir el grado de formalidad que le darás a tu indumentaria, por lo tanto evita ir demasiado peripuesto, informal o sensual.
No elijas el frac que llevaste a la boda de no sé qué familiar o la pamela que tuvo tanto éxito en la boda de tu prima segunda, ir tan emperifollado sólo te ayudará a sentirte ridículo, en especial si no estás acostumbrado a ir tan formal. Tampoco optes por pantalones cortos o un chándal, ya que puedes llegar a sentirte tan informal que llegues a pensar que estás completamente fuera de lugar.
Y evita también atuendos demasiado ceñidos, sensuales, demasiado cortos o demasiado escotados. Primero de todo porque si no estás acostumbrado te hará sentir rarísimo y eso puede afectar a tu manera de exponer ya que estarás pensando en tu ropa en vez de concentrarte en tu discurso. Y segundo, porque no quieres que el público desvíe constantemente su atención a tu cuerpo en vez de a tus palabras.
➋ Elige prendas que transmitan profesionalidad
Lo más seguro es que huyas de vestimenta demasiado informal como pantalones cortos o deportivas. Los pantalones largos (preferiblemente que no sean vaqueros) y las camisas siempre son un acierto, tanto para mujeres como para hombres. Y si eliges vaqueros, cuanto más oscuros mejor. Y ante la duda, la prenda estrella de la profesionalidad siempre será la chaqueta americana o blazer.
➌ Respeta tu estilo
Por mucho que tengas que transmitir una apariencia profesional, no se trata en ningún momento de que te sientas completamente disfrazado y que esa persona no eres tú, porque al final acabará repercutiendo de manera negativa en tu confianza y afectará a la calidad de tu discurso.
Lo mejor es que consigas encontrar prendas formales que tengan ciertos toques que las atraigan a tu estilo. Además, has de encontrar esa vestimenta que te dé un plus de seguridad, que te haga mirarte al espejo y sentir “olé yo” y te llene de confianza.
➍ Siéntete seguro
No sirve de nada que encuentres la indumentaria que mejor te queda si te hace sentir inseguro. Todo lo que elijas llevar ese día (incluido calcetines, ropa interior, complementos) ha de sumar y ayudar siempre a tu actitud y tu confianza. Por ello una regla de oro es que el día de la presentación no es el día para probar cosas nuevas. Nada de peinados distintos, zapatos nuevos, ropa distinta… Si nunca te has puesto tacones, no lo hagas hoy; si nunca has llevado corbata, hoy sentirás que te molesta y te aprieta.
Si por alguna razón es una regla no escrita que a ese evento concreto lleves tacones o corbata o cualquier cosa a la que no estás acostumbrado, definitivamente no esperes al día de la charla para que sea el primer día que te pones esas prendas. Acostúmbrate a ellas los días anteriores en casa, incluso haz algún ensayo con ellas.
Y quien dice tacones o corbata…dice toda la ropa que hayas elegido. Pruébate todo en casa, con tranquilidad y asegúrate que ese pantalón que querías llevar no se te ha quedado grande o pequeño desde la última vez que te lo pusiste, que los zapatos no te rozan ni te hacen daño, que la camisa no se transparenta o que no te queda demasiado apretada, etc. Cuanto más controlada tengas la situación, más seguridad demostrarás en el escenario.
➎ Cuidado con los complementos
No se trata de que te conviertas en un árbol de navidad lleno de pendientes, colgantes, anillos y complementos varios. Más que nada porque sólo van a conseguir despistar al público. Lo más aconsejable es que los complementos que elijas sean pequeños y no muy abundantes y sobretodo, que no sean accesorios que puedan sonar mientras te mueves.
➏ Cuidado con los colores y ropas ceñidas
Cuanto más sobrio seas en tu selección de colores, menos peligro tendrás de sentirte desubicado. Huye de tonalidades demasiado estridentes, estampados y colores ácidos e intenta mantener una armonía en tu paleta de colores a la hora de vestir. Ten mucho cuidado con los colores y las prendas relativamente ceñidas que elijas, ya que pueden llegar a marcar mucho las manchas de sudor y delatar tus nervios frente al público.
➐ Planchado, limpio, sin manchas ni rotos
Asegúrate como muy tarde el día anterior a tu presentación, que toda la indumentaria que has elegido está impoluta y que los pantalones no están arrugados o que la camisa no tiene salsa de tomate de los espaguetis tan ricos que preparó tu madre la última vez que fuiste a visitarla.
Créeme que no quieres darte cuenta de esos fallos en mismo día de la charla y entrar en pánico buscando un outfit B o sacando la plancha a las 7 de la mañana, porque lo único que te generará será estrés, y ya bastante tienes con los nervios de la presentación como para añadir más leña al fuego.
➑ Uñas limpias
Presta una especial atención a tus manos, ya que como ya eres todo un gran domador 😉 , las moverás mientras hablas y no quieres que tu audiencia vea lo mal que están tus uñas o que tú no te muevas con total naturalidad por miedo a que las vean.
Por lo tanto, mantén tus uñas limpias, bien limadas o recortadas, nunca demasiado largas y por supuesto nunca con un esmalte de uñas a medio caer. Si tu esmalte de uñas ya está desapareciendo y no tienes tiempo de arreglarlo, siempre es mejor que lleves las uñas sin pintar a que estén descascarilladas.
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