Desde que la mascarilla se ha instaurado en nuestras vidas para protegernos, lo cierto es que cada vez nos cuesta más entender las palabras de quienes tenemos enfrente o que éstos comprendas las nuestras.
¿Por qué tenemos problemas de dicción con el uso de la mascarilla?
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Para entenderlo basta con imaginarnos el recorrido que hace el sonido. Generalmente, las palabras, es decir el sonido que producimos, viaja directamente desde nuestras cuerdas vocales (donde se produce): sale por la boca, recorre el aire y se topa con los pabellones auditivos (orejas de toda la vida), que a su vez dirigen las ondas sonoras al interior del oído y así la persona de enfrente comienza a procesar la información. El sonido llega directo y por lo tanto, claro.
Ahora bien, ¿qué ocurre cuando tenemos la mascarilla tapándonos nariz y boca? Que literalmente le estamos poniendo una barrera física al sonido. Ya no puede propagarse de manera tan eficaz y al final, la calidad de sonido que le llega a nuestro interlocutor es peor.
No a todo el mundo le afecta este fenómeno por igual. Personas que poco a poco han ido perdiendo audición, gente que habla bajito, personas que habitualmente no suelen pronunciar bien las palabras… son más propensas a que ahora con la mascarilla no comprendan bien (en el primer caso) o que no se les entienda correctamente (segundo y tercer ejemplo)
¿Cómo mejorar la dicción ante esta situación? ¿Podemos hacerlo? ¡Claro! Hablemos de qué hacer con la vocalización con mascarilla:
1. Proyecta la Voz – Ejercicios para Hablar Bien
Parte del sonido que produces lo está absorbiendo la mascarilla, por lo tanto puedes aumentar la cantidad de sonido que emites para que llegue la suficiente a oídos del receptor. O dicho de otra forma: habla más alto.
Pero tienes que tener cuidado con este concepto porque solemos descuidarnos y comenzar a gritar. Éste es un gran error a evitar, ya que como te he mencionado en varias ocasiones, un grito es una forma descontrolada de expulsar el aire y puede dañar nuestras cuerdas vocales, sobre todo si lo haces de manera recurrente. Por lo tanto, es preferible utilizar técnicas de proyección de voz con las que tu sonido llegará más lejos y tus cuerdas vocales se mantendrán saludables.
Gracias a esta técnica verán grandes resultados a la hora de hablar con mascarilla en especial aquellas personas con tendencia a hablar demasiado bajo, que quizá hasta ahora no habían notado tanto problema, pero que desde que la tela les roba el poco sonido que emiten, han comenzado a ver que se dificulta la comprensión de sus palabras.
Eso sí, si no consigues proyectar tu voz y te das cuenta que la mayoría de las veces acabas prácticamente gritando, es preferible que uses un micrófono que amplifique tu voz en vez de forzar tu garganta. Es un truco especialmente interesante para profesores, conferenciantes o cualquier otra profesión en la que es requisito esencial hablar constantemente a un grupo de personas.
2. Habla Más Despacio
Aunque esto vaya a sonar raro, también “escuchamos” con los ojos. Nuestra cara al hablar se mueve, gesticula y todos esos movimientos complementan nuestro mensaje. A veces incluso, nuestro cerebro se apoya en la información que le proporciona ver directamente los labios, como si los estuviese leyendo.
Pero ahora con la mascarilla toda esa información que nuestro cerebro daba por supuesto que tendría para descodificar el mensaje de quien nos habla, simplemente desaparece de nariz para abajo. Así que entre que se nos oye menos y que no se nos ve la mitad de la cara, nuestro interlocutor necesita algo más de tiempo para procesar lo que decimos, por lo que si bajamos el ritmo de nuestras palabras, se lo pondremos un poco más fácil.
Además, también has de tener en cuenta que con la mascarilla, parte del aire que respiramos es el que acabamos de expulsar, el cual contiene menos oxígeno y por lo tanto es más fácil que te sientas fatigado. Hablar más despacio te ayudará a no sentirte ahogado ya que mejorarás la respiración.
3. Habla Claro – Vocaliza
A menos que seas el dios de la vocalización…y… ¡SPOILER ALERT! No, probablemente no lo eres… no está de más prestarle especial atención a este punto. Tienes muchos ejercicios y muy variados que te ayudarán a mejorar tu dicción. Si antes de la mascarilla la vocalización ya era tu talón de Aquiles, con los ejercicios notarás una gran mejora. Si no lo era y ya vocalizabas relativamente bien, estos ejercicios no están de más, pero obtendrás un mayor avance cuando apliques las recomendaciones de este artículo en su conjunto.
4. Material de la Mascarilla
No con todas las mascarillas se escucha igual de bien, debido esencialmente a su material y grosor. Independientemente de cuál utilices en tu día a día, puedes probar diferentes modelos para ver tu favorita. Y no hagas únicamente la prueba tú solo, pide a algún compañero que se aleje varios pasos y puntúe con cuál de los modelos de mascarilla se te escucha mejor.
En general, las mascarillas que son estilo neopreno son las que menos dejan pasar la voz, luego las de tela y finalmente las quirúrgicas. Por lo que si tus favoritas son por ejemplo las de tela, el día que tengas que dar una presentación o hablar con algún cliente importante, quizá te interese ponerte la quirúrgica para que te escuchen mejor.