La mayor parte del éxito de tu presentación viene de la actitud tanto verbal como corporal. Ya hemos hablado de diferentes cuestiones a tener en cuenta con tu voz ahora vamos a enfocarnos en las claves que tienes que tener en cuenta para dominar tu cuerpo en el escenario.
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Actitud Corporal – Sé Consciente de tu Cuerpo durante la Presentación
Índice de Contenidos
Los movimientos de tu cuerpo no son aleatorios, sino que deben acompañar y fluir con tu discurso. Por ello, vamos a enfocarnos en las distintas partes de tu cuerpo a las que has de prestar atención.
1. Comunicación no-verbal – Tu Cuerpo es el Avatar de tu Mente
Tu cuerpo no puede estar completamente rígido y estático como si fueses un palo. Tampoco te plantes sobre el escenario con los hombros caídos y arrastrando los pies en actitud derrotista como si fueses al matadero.
Relájate y sé natural, pero ojo, no debes transmitir la sensación de estar desganado o pasota y por lo tanto, te desaconsejo que realices tus charlas apoyado en cualquier superficie que haya en el escenario como un atril o una mesa.
Además, también deberás ser consciente en todo momento de dónde está tu público para no darle nunca la espalda. Pon especial atención cuando estés señalando con el puntero o mirando demasiado a la pantalla, ya que estos gestos pueden hacer que te ladees demasiado y que acabes de espaldas a tu audiencia.
2. Usa tus Brazos y Manos para dar Fluidez y Dinamismo a tu Lenguaje No Verbal
Los movimientos de las extremidades superiores son probablemente los que más te puedan ayudar a acompañar tu discurso. Lo más recomendable es que las muevas de manera natural, sin exageración y cuando tus palabras lo pidan.
El correcto movimiento de las manos te ayudará a enfatizar las inflexiones que realices con tu voz. Además, consiguen dar dinamismo y fluidez visual a tus palabras.
Por todo ello, es muy importante que no tengas las manos escondidas en los bolsillos, ya que esto hará que te pierdas un apartado muy importante de la comunicación no verbal.
3. Piernas – Muévete si quieres, pero nada de Danzas ni Maratones
A diferencia de las manos, que sí te aconsejo que las muevas aunque sea un poco, moverte por el escenario es algo más secundario que sólo te recomiendo si realmente te sientes cómodo. Si decides hacerlo, ten cuidado con caminar demasiado, nada de hacer maratones de un lado al otro porque puedes despistar a tu audiencia.
Si por el contrario decides no moverte en exceso de un punto, entonces ten cuidado con los bailoteos de las piernas, ya que a veces las movemos atrás y adelante sin casi darnos cuenta y esto podría llegar a interpretarse como que estás nervioso.
4. Cara – Tu Rostro es la Imagen que Proyectas – Gestos para Hablar en Público
La expresión de tu cara depende de cómo seas tú: puedes transmitir seriedad, serenidad, amabilidad, dinamismo, etc. pero pongas la cara que pongas, asegúrate de mantener la profesionalidad.
Además, cuidado con poner caras raras, especialmente si te trabas o te hacen una pregunta que no sabes. Show must go on, si te trabas continúas como si nada (bueno, si estás seguro que tu frase no se ha entendido, entonces la reformulas y sigues), y si te hacen una pregunta que no sabes, respiras y te dejas un tiempo para pensar.
5. Ojos – Tu Herramienta más Importante para Conectar con tu Audiencia
Siempre mira al público, te ayudará a conectar y que te quieran atender. No hace falta que los mires a todos a la vez porque puede que te despiste, si prefieres y te hace sentir más cómodo encuentra a una o dos personas del público que veas que te están atendiendo, haz contacto visual y cuéntaselo a ellas como si no hubiese nadie más.
En algún lugar podrás leer que te sugieren el truco de siempre mirar a un punto concreto al fondo de la sala, ten cuidado con ello porque puede parecer que estás completamente ausente. Así que muéstrales que estás aquí para enseñarles algo y no por obligación.
Presencia en la Oratoria – La Suma de Todo
Es el concepto más general y seguramente el resultado de juntar varias estrategias corporales que hemos mencionado arriba. Asegúrate de que ocupa tu espacio, no estés intimidado, no te hagas pequeño.
Tienes que pisar con fuerza y seguridad, transmitir que tú tienes el control, que eres un profesional. En definitiva, tienes que proyectar tu aura, tu carisma, tu “aquí estoy yo”.
Eso sí, no seas altivo ni pretencioso, simplemente sé el profesional que llevas dentro y que tanto esfuerzo y trabajo ha hecho para llegar hasta ahí.
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